27 mars, 2011

La bruja

Misteriosas y raras figuras, se entre mezclan en la imagen débil y borrosa de un sueño que tuve a las 8.22 de la noche contando el día 87 del año. Ahora me atrevo a revivirlo marcando el reloj casi las 2 de la madrugada. Eran ellas las mujeres que me robaron la mirada y con ella el aliento, se sacudían, se tambaleaban, brincaban y bailaban sin duda era una gran celebración. El olor me sabia entre mirra y tabaco, carne salada hace semanas y un pan mohoso que se terminaba de podrir en la mesa del fondo mientras que una de ellas tomaba una botella grande y robusta como aquellas  que venden en el bazar a unas calles de mi casa, pintada de aceituna y resbalosa guardaba un vino añejo celosamente; de ello me pude dar cuenta porque el corcho no quería ceder, se aferraba a la botella cada vez que ella jalaba con la mano hasta que se canso y dejo los modales de un lado, abrió su boca sucia y rota, le enterró el diente y de un golpe el corcho rodaba por la mesa hasta caer al suelo, tomo un trago largo y profundo y al terminar me miro fijamente con su cara fría y escurrida por los años. Me sonrío, solo así puede ver como la malicia le brincaba entre diente y diente, sus arrugas se estiraban al ritmo de sus gestos la nariz puntiaguda era como una montaña que sobresalía de un montón de cuero viejo y agrietado pero lo que mas me aterrorizaba era sus ojos pálidos y transparentes rodeados de piel negra y sucia eran casi como mirar a un abismo, al principio pensé que eran totalmente ausentes de color pero al mirar con mas detalle pude ver que era de ceniza tenue y clara; me quede perpleja ante su mirada que me apuñalaba y atravesaba dejandome completamente al descubierto, eso me inquietaba demasiado nadie sabia de mi presencia en el lugar hasta que ella con su mirada intoxicante me dejo a la luz de todos los ojos que deliraban a mi alrededor, me veían con curia se reían y murmuraban yo trataba de salir de ahí, quería dejarlos a ellos en su profundidad y retorcida mentalidad y salir de la mano de mi yo y por fin despertar a mis músculos que estaban inertes en la cama; pero no era tan fácil, ellos se empeñaban por tenerme cautiva en su mundo real de fantasías y mentiras verdaderas tenia que seguir en el plano adaptarme y pensar detalladamente mis movimientos mientras todas ellas me miraban. Entonces con el rabillo del ojo puede notar que una de ellas estaba tan cerca de mi que no pude seguir escondiendo mi miedo detrás de mis ojos negros, gire y una voz seca me susurro un pregunta ¿y tu no bebes vino? No, respondí, anda ven... tomo mi mano y de un jalón me saco de la oscuridad que ocultaba casi todo mi ser. ¿Que haces aquí? ¿Quien te invito? ¿Como llegaste?... fue demasiado para mi mente que trabajaba intensamente por contenerme y medir perfectamente mis pasos ligeros y solo pude decir una cosa... No lo sé.  Me sirvieron vino en una pequeña copa retorcida en la frágil columna que la sostenía, la agarre fuertemente casi podía sentir los cristales enterrados en mis manos y de un sorbo me trague todo el vino, era fuerte con mucho cuerpo y olor una excelente cosecha sin duda alguna, ayudo a relajar y aflojar mi cuerpo tieso y frío. La gotas del vino aun se me resbalaban de la boca cuando muy a lo lejos escuche unos pasos que se quebraban en el piso de la habitación, las pupilas jamas se me habían dilatado tanto, los músculos se volvieron a mover y de un brinco me reincorpore, él me pregunto si me sentía bien dudosamente le conteste que sí, que todo estaba bien; La sopa esta caliente vamos a cenar me dijo él, yo me retrase mientras el se perdía en las sombras del pasillo de la cocina mientras mis manos apagaba la luz del cuarto.